Preocupaciones

Me acuerdo que cuando iba a la escuela mis preocupaciones eran por cosas que no entendía ni entiendo todavía de mi carrera y miraba a mi perro echado, dormido tranquilamente y pensaba, quién fuera él...

A la distancia me doy cuenta que esas preocupaciones no eran nada con lo que pasa en la realidad, con las preocupaciones verdaderas que llegué a tener después y que sigo teniendo ahora.

Aunque lo que si sé, es que a lo mejor uno puede ver todo negro y sin futuro, pero siempre pasa algo que lo saca a uno del hoyo, es casi como magia.

Y eso espero y deseo que me pase ahorita, yo sé que va a pasar magia con mi hijito, que él mismo la está haciendo.

Lo que pudiera tener mi hijo no es grave ni mucho menos, pero si se confirma un diagnóstico me preocupa sobremanera que pasará cuando no estemos con él.

Escribo esto y no puedo evitar llorar...pero Dios ha sido muy bueno con mi familia y conmigo, sé que algo bueno pasará, estoy segura.

También es cierto que últimamente siento que no he tenido la suerte, que según yo, siempre he tenido, por eso el nombre de mi dirección "la suertuda".

Muchas veces siento que mi vidad ha sucedido como con el "burro que tocó la flauta" y que he estado en el momento y en el lugar adecuado.

Otras veces pienso que me han pasado cosas buenas por que siempre actúo de buena fe, lo cual no es un mérito, pues forma parte de mi naturaleza. No pretendo hacerme la santa, pero es verdad aunque no lo crean, me han tachado de mustia mosca muerta, pero nunca actúo de mala fe o por lo menos intencionalmente.

Lo que sí es que con todo y las cosas malas que me han pasado me sigo considerando afortunada.

Ayer leí un cuentito de mi hijito en el que contaban la historia de una ovejita que se levantaba y comía, jugaba con las ovejas bebé, hacía un poco de ejercicio y después volvía a comer y al final del día platicaba con su amiga, una buitre.

A la ovejita le preguntaban que si tuviera más tiempo qué haría y la ovejita describió que haría la misma rutina que menciono en el párrafo anterior.

Le preguntaron que si tuviera mucho dinero qué haría y describió la misma rutina.

Y es cuando me di cuenta que yo soy como la ovejita, soy feliz con lo que tengo aunque haya preocupaciones, de hecho muchas veces siento que soy demasiado simple o conformista, pero casi nunca estoy insatisfecha.

Lo que es un hecho es que vivo como en un mundo diferente, mío, porque no me doy cuenta de la cruda realidad o no percibo lo que sufren los que están a mi alrededor y cuando me doy cuenta que no están lo felices que yo, me siento muy mal por sólo ver la vida desde mi punto de vista.

Me siento como el personaje de Winona Rider en la Edad de la Inocencia, la única que no se daba cuenta de las cosas era ella y así soy yo.